Es increíble que tengamos que seguir luchando para que el ser humano no destruya su propio hogar para obtener algo que a la larga no lo librará de una catástrofe ambiental.Digo esto porque Los Haitises, una de la zona más hermosa y verde de la República Dominicana, está amenazada por personas inescrupulosas que quieren sacarle beneficio económico contruyendo una fábrica de cemento en ella. Lo más lamentable es que la institución del gobierno que está para proteger y velar por la conservación de las áreas verdes y el ambiente de nuestro país, sea cómplice de ese atentado contra la naturaleza.
¿Acaso no saben ellos, los que quieren lucrarse de la naturaleza, que todo mal que hagamos al planeta nos lo hacemos a nosotros mismos?
Levantemos nuestras voces y apoyemos ese movimiento en contra de la depredación ambiciosa de nuestros montes, valles, bosques, nuestros recursos naturales. En la República Dominicana, la cementera ¡No pasará!
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