viernes, 22 de mayo de 2009

¿Mata la escuela la creatividad? (4ta. parte)



Picasso dijo una vez esto: todos los niños nacen artistas. El problema es seguir siendo un artista cuando crecemos. Y creo en esto apasionadamente, que no crecemos hacia una mayor creatividad, crecemos fuera de ella. O más bien, nos educamos fuera de ella.

¿Por qué sucede esto? Yo viví en Stratford en Avon, hasta hace cinco años, de hecho, nos mudamos de Stratford a Los Ángeles, así que pueden ustedes imaginar qué tipo de transición fué ésta. En realidad vivimos en un lugar llamado Snitterfield, a las afueras de Stratford, donde nació el padre de Shakespeare. ¿Les viene a la mente algo nuevo? A mi me pasó. Yo no me imaginaba que Shakespeare tenía padre, ¿verdad? No nos imaginamos a Shakespeare como un niño, ¿o si? ¿Shakespeare con 7 años? yo nunca pensé en esto. Quiero decir, él tuvo 7 años en algún momento, él estuvo en alguna clase de Inglés, ¿no?

Imagínense a Shakespeare mandado a la cama por su padre, ya saben, "vete a la cama, ahora" a William Shakespeare, "y guarda el lápiz. Y deja de hablar así, confundes a todo el mundo."

En fin, nos mudamos desde Stratford a Los Ángeles, solo quiero decir algo sobre el traslado. Mi hijo no quería venir. Tengo dos hijos, él tiene ahora 21 años, mi hija 16; él no quería venir a Los Ángeles. Le gusta, pero tenía una novia en Inglaterra. Era el amor de su vida, Sarah. Lo sabía desde hacía un mes. Piensen ustedes, habían celebrado ya cuatro aniversarios, y eso es mucho tiempo cuando tienes 16 años. Estaba realmente muy molesto en el avión, y dijo: "nunca encontraré otra chica como Sarah." Y nos alegramos de eso, francamente, porque ella fue la principal razón para salir del país.

Pero algo te golpea cuando te trasladas a América y viajas alrededor del mundo: cada sistema educativo en la tierra tiene las mismas jerarquías de temas. Cada uno, no importa donde vayas, te parece que sería otra cosa, pero no lo es. En lo más alto están las matemáticas y los idiomas, las humanidades, y en la parte inferior, las artes. En cualquier lugar de la Tierra. E incluso, en casi todos los sistemas, hay una jerarquía con las artes. Plástica y Música tienen normalmente un estatus superior en las escuelas, que Teatro y Danza.

No hay un sistema de educación en el mundo que enseñe a bailar a los niños todos los días como se hace con las matemáticas. ¿Por qué? ¿Y por qué no? Creo que esto es bastante importante. Pienso que las matemáticas son muy importantes, pero también lo es la danza. Los niños pueden bailar todo el tiempo si se les permite, todo lo hacemos. Todos tenemos cuerpo ¿no? ¿Puedo olvidarme de ello?

Lo que sucede es que desde que los niños crecen se les va educando progresivamente de la cintura para arriba. Y luego nos centramos en sus cabezas. Y de la cabeza nos fijamos sólo en un lado. Si ustedes visitan la educación como si fuera un extraterrestre y digamoslo todo, educación pública, creo que tendrían que concluir, si usted busca conclusiones, que lo que sucede ahora es que, viendo quien hace lo que debe, quien recibe todos los puntos, los ganadores, la conclusión sería que el propósito de la educación pública en todo el mundo es producir profesores universitarios.

Si aún no has leído las entregas anteriores, estas son:
¿Mata la escuela la creatividad? 1ra. parte
¿Mata la escuela la creatividad? 2da. parte
¿Mata la escuela la creatividad? 3ra. parte

martes, 19 de mayo de 2009

Magnus Scheving (Sportacus) el genio detrás de Lazy Town


Originario de un pequeño pueblo en Islandia, el genio detrás de Lazy Town Magnus Scheving es un ejemplo a seguir por todos los que están en el mundo del deporte y el negocio de la TV para niños.

El pequeño pueblo Villa Pereza (traducción literal del inglés Lazy Town) nace hace 15 años en Islandia. Lo llamaron loco. Nadie creyó que defender las verduras y combatir la obesidad infantil sería un buen negocio. Pero estaban equivocados.

El show sólo tiene tres actores humanos: Stephanie, Sportacus y Robbie Rotten. El resto está hecho con marionetas y la tecnología más sofisticada de la televisión europea. Cada capítulo de la serie cuesta US$600,000.

Entrevista con Magnus Scheving (Sportacus)

Magnus, ¿cómo nació tu culto por el ejercicio y la vida saludable?
Es gracioso, yo nací y crecí en una pequeña ciudad de 500 habitantes, en Islandia. Había poco qué hacer, así que mi única forma de entretenerme era saltar y hacer ejercicio.

Confiesa, ¿vives sólo de vegetales y frutas? ¿Qué pasa con los chocolates y los helados?
(Risas). No, no necesito comer vegetales y frutas todo el tiempo. Me gustan a veces los chocolates, incluso las hamburguesas de vez en cuando, pero trato de comer lo más saludable que pueda. Yo diría que estoy justo en la mitad.

Si piensas en los personajes de ‘Lazy Town’, verás que todos tenemos algo de ellos. Creo que algunas veces todos nosotros nos comportamos como Robbie Rotten, a veces no queremos pararnos de la cama y otras veces queremos comer sólo dulces.

En un capítulo de ‘Lazy Town’, el genio de la lámpara le dio a Sportacus la oportunidad de deshacerse para siempre del perezoso Robbie Rotten. ¿Por qué no lo hizo?
Creo que la vida sería muy aburrida sin gente como Robbie Rotten. Nadie quiere vivir con alguien que es siempre perfecto. Incluso, creo que necesitamos a los que son como él, y que debemos aprender a respetar las diferencias.

Hablando de diferencias, ¿qué distingue a Sportacus de otros héroes?
Que todas las hazañas de Sportacus pueden ser hechas en la vida real, todas sus habilidades podemos tenerlas, no están fuera del alcance de los seres humanos porque él no tiene súper poderes.

En un capítulo de ‘Lazy Town’, Sportacus le dijo a Stephanie que él era el súper héroe número 10. ¿Por qué?
Hay toda una historia detrás de ‘Lazy Town’, y esos detalles los contaremos en la película que estamos filmando en estos momentos. Allí contaremos por qué Sportacus se dejó el bigote, y por qué es el número 10, entre otras cosas.

Háblanos sobre Stefán Stefansson, el actor que interpreta a Robbie Rotten. ¿Es tan perezoso en la vida real?
Nos conocemos desde hace años. Lo conocí cuando él actuaba en un show de teatro en Islandia, y me pareció un actor excepcional. Él puede hacer todo tipo de cosas y creo que un día va a ser un actor muy, muy famoso en todo el mundo. Cuando yo estaba planeando ‘Lazy Town’, pensé que él era perfecto para interpretar a Robbie Rotten.

¿Y cómo escogiste a Julianna Mauriello para que interpretara a la pequeña Stephanie?
Hicimos un casting con muchísimas niñas en Estados Unidos y otros países. Aunque era muy niña, ya era una gran estrella de Broadway. Cuando fue elegida, tuvo que mudarse a Islandia, donde grabamos el programa. Se aprendía de memoria los guiones hasta que, después de un año, aprendió a hablar islandés. Es muy difícil aprender el idioma en un año, es brillante y la persona más adorable del staff.

¿Es difícil grabar un programa con tantos títeres?
Es muy difícil. Es un verdadero reto hacer ‘Lazy Town’. En la serie sólo hay tres actores humanos, los demás son títeres y eso implica saber dónde saltar, a dónde dirigir la mirada y hacia dónde correr. Para mí y para Julianna es muy difícil porque actuamos frente a una pantalla azul donde no tenemos noción de las proporciones y prácticamente estamos parados sobre el aire. Los títeres son importantes en el show porque queremos que los niños imiten a Stephanie y Sportacus, y que sepan que pueden llegar a hacer las cosas que ellos hacen. Es muy fácil poner a saltar a Mickey Mouse, el reto es lograrlo tu mismo.

¿Qué mensaje darías a los niños que pasan horas frente al televisor?
Les diría que, la mayor parte del tiempo, la posibilidad de cambiar su vida está en sus propias manos. Les diría también: No dejes que nadie te diga que no puedes cumplir tus sueños. Puedes pasar mucho tiempo frente al televisor, eres libre de hacerlo, pero ¿qué vas a ganar con eso? En cambio, puedes empezar a hacer tu vida mejor desde hoy, leyendo libros, moviéndote y preguntando todo el tiempo. La educación es algo que nadie puede quitarte.

Cuando creaste ‘Lazy Town’, muchos pensaron que sería un fracaso...
No todo el mundo, pero sí mucha gente me dijo que ‘Lazy Town’ no resultaría. Pero mi lema es: Si puedes soñarlo, puedes hacerlo. En mi mente tenía claro lo que quería que ‘Lazy Town’ llegara a ser. Nadie había hecho un show infantil que promoviera la vida saludable. Y yo dije sí, yo sí voy a lograrlo, sin dejar que los comentarios de la gente me desanimaran. Ahora, me encuentro con muchos de ellos y me dicen “Estaba equivocado”.

Adelántanos algo sobre la película.
Justamente, estoy en Nuevo México rodando la película, y acabo de grabar unas escenas con Jackie Chan.

domingo, 17 de mayo de 2009

¿Mata la escuela la creatividad? (3da. parte)


Esta es la tercera entrega de la conferencia impartida por Ken Robinson en el marco de TED (¿Mata la escuela la creatividad?)

Mi argumento es que la creatividad ahora es tan importante en la educación como la alfabetización y debemos tratarla con la misma importancia.

Oí una gran historia recientemente, me encanta contarla, de una niña que estaba en una clase de dibujo, tenía 6 años y estaba al final de la clase, dibujando, y cuenta la maestra que esta niña que en rara ocasión prestaba atención mientras dibujaba, la maestra estaba fascinada, se dirigió a ella y le preguntó: ¿Qué estás dibujando? y la niña le dijo, "Estoy haciendo un dibujo de Dios." Y la Maestra le dijo, "¡Pero nadie sabe exactamente cómo es Dios!" Y la niña dijo: "lo sabrán en un minuto".

Cuando mi hijo tenía cuatro años, en Inglaterra, en realidad él tenía cuatro en todas partes donde iba, para ser honesto. Tenía cuatro años y estaba haciendo la obra de teatro de Navidad. ¿Recuerdan la historia? ¿No?, es una gran historia. Mel Gibson hizo la secuela, puede ser que la hayan visto, "Natividad II". James hizo de José, lo que nos emocionó, uno de los principales papeles. Llenamos el sitio con sus camisetas: "James Robinson es José". No tenía que decir nada, se trataba de la escena en que los tres reyes llegan, vienen cargados de regalos, y traen oro, incienso y mirra. Esto sucedió realmente. Estuvimos sentados allí, y pensamos: no siguieron el orden correcto de regalos. Hablamos con el niño al terminar. Le preguntamos si todo fue bien. Dijo: "si, ¿por qué, dónde está el error? Se cambió el orden, eso fue todo." Y es que los tres niños entraron, con sus cuatro añitos, con toallas en la cabeza, y el primer niño dijo, "Yo les traigo oro." El segundo niño dijo: "yo traigo mirra." Y el tercer muchacho dijo: "Frank les envía esto" (al entregar el incienso).

Lo que estas historias tienen en común es que esos niños se arriesgan. Aún así no saben cómo, ellos lo intentan. ¿No es así? Los niños no tienen miedo a equivocarse. Ahora bien, no quiero decir que estar equivocado es lo mismo que ser creativo. Lo que si sabemos es que si usted no está preparado para equivocarse, nunca llegará a nada original. Si no está dispuesto a equivocarse.

Y que, cuando llegan a ser adultos, la mayoría de los niños han perdido esa capacidad. Se han convertido en personas temerosas a equivocarse. Y vemos esto en nuestras empresas, donde estigmatizamos los errores. Y lo vemos en el funcionamiento de los sistemas nacionales de educación, donde los errores son lo peor que puede suceder. Y el resultado: educamos a la gente alejándola de sus capacidades creativas.

Si aún no has leído las entregas anteriores, estas son:
¿Mata la escuela la creatividad? 1ra. parte
¿Mata la escuela la creatividad? 2da. parte

Cantinflas (Estreno 29 de Agosto 2014)

Cantinflas es la historia no contada del más grande y querido actor de cine de comedia de México de todos los tiempos. Desde sus humild...