Los comerciantes, empresarios y financieros dominicanos deberían verse en el espejo de las grandes potencias, esas a las que ellos tanto imitan, y que en estos momentos están atónitas buscando como evitar el colapso definitivo de sus economías. En que cabeza sensata cabe el seguir con esa mentalidad voraz y despiadada de exprimir a los consumidores. Ya se que el capitalismo y el mercado de la libre competencia es así, pero no es para nada saludable seguir con la mala práctica de cargarle todo a los consumidores y, peor aún, cuando el mercado llama a baja de precios tanto en servicios como en productos negarse a hacerlo con la rapidez con la que fue aplicado cuando el mercado obligó a lo contrario.
Recuerden señores comerciantes y financieros de esta su “bien amada República Dominicana” que el mercado tiene dos factores importantes simbióticamente relacionados uno con otro; 1 el que ofrece el servicio y 2 el que consume ese servicio.
La crisis mundial se debe a la falta de dinamismo de la economía y a la economía la mueve el consumismo o sea la compra de productos y servicios y ustedes con su actitud egoísta y especuladora forzarán una situación similar en nuestra economía frágil de por si.
